Durante los últimos años hemos visto como en muchos casos se plantea en congresos y conferencias sobre tratamientos con alineadores la integración de la rehabilitación neuro-oclusal con estos.
Teniendo en cuenta que toda la filosofía de la RNO desarrollada por Pedro Planas (y que no puede ser ampliada de otra manera o con otra intención) consiste en estimular los receptores sensoriales a través de la oclusión para rehabilitar las funciones, podemos entender que el tratamiento con alineadores, con todas sus virtudes, no hace sino lo contrario: cubrir todas las superficies de contacto dental, impidiendo la oclusión normal mientras estos están en boca.
Así, quienes intentan conciliar dos filosofías de tratamiento que por sí solas son plenamente válidas – quizás en un intento de “generar contenido” como hacen los influencers – olvidan que Pedro Planas partía de una filosofía de mínima intervención, posiblemente alejada del enfoque mecanicista y de sofisticación de los actuales alineadores transparentes.
Así, el tratamiento de rehabilitación neuro-oclusal realizado de manera simultánea al uso de alineadores es una falacia en sí mismo, dado que estos condicionan durante su uso a una doble oclusión para el paciente: la de los alineadores puestos y la de los alineadores quitados, algo que precisamente intenta evitar la filosofía de la RNO.
Quizás convendría centrarnos en revisar los textos de Pedro Planas y entender, una vez más, que los “modismos” en nuestro campo en muchas ocasiones no son sino un intento de “descubrir” algo que no aporta más que el planteamiento inicial… y que incluso en algunos casos puede restar a la calidad del servicio que prestamos a nuestros pacientes.